Después de leer varios artículos sobre el COVID-19 (Coronavirus) y el sector turismo, podemos definir que va a ser uno de los sectores económicos mas afectados frente a esta pandemia. Es un sector que aglomera gran cantidad de personas en lugares puntuales como aviones, cruceros, hoteles, monumentos, etc. los cuales van a tener que cambiar como hacen las cosas para que vuelvan a operar con normalidad. No se puede establecer a ciencia cierta cual va a ser el impacto, ya que cualquier estimación debe tratarse con cautela debido a la evolución inestable e incierta del brote, que podría dar lugar a nuevas revisiones. El descubrimiento de una vacuna contra el virus puede cambiar la situación radicalmente y ser la esperanza para el futuro del turismo.
Se espera que las pequeñas y medianas empresas (que representan alrededor del 80% del sector turístico) se vean particularmente afectadas, lo cual puede tener repercusiones para los millones de personas en el mundo que tienen al turismo como su medio de vida, incluidas actores directos e indirectos como muchas comunidades vulnerables que dependen de ello.
Para tener una idea, el sector turismo representa entre el 8% y 10% del PBI del los principales países de latinoamérica. Los Gobiernos de los países van a tener que soportar esta crisis en el sector para evitar quiebras y despidos masivos. Las formas como puede ayudar los Gobiernos es a través de financiamiento, subsidio o medidas de alivio fiscal. Si no interviene, el efecto sería catastrófico.
Por otro lado, la prioridad numero uno del sector va a ser que los clientes y los empleados se encuentren en un ambiente seguro y de poca probabilidad de contagio. Todos los operadores van a tener que modificar y adaptar sus procedimientos lo antes posibles para poder operar.
El virus está trayendo algo bueno. Estamos rompiendo los hábitos que estamos acostumbrados. Es una oportunidad increíble para salir de nuestra zona de confort, meditar e innovar en nuevas actividades, nuevos destinos, nuevas tendencia y en nuevas formas de hacer las cosas; reestructurar la forma de llegar al consumidor final y trabajar desde nuevas perspectivas en contrarrestar los efectos. El uso de la tecnología va a ser muy importante para diferenciarse y en especial para controlar el flujo de aforo de los espacios utilizados.
Los que se adapten mejor y mas rápido a este nuevo mundo, serán los que van a tener éxito. Es un hecho que el sector cambiará por el COVID-19. Se evitará concentrarse en lugares populares y con gran afluencia de publico, mas bien será mas un turismo dirigido a lugares exclusivos y no tradicionales amarrado a experiencias vivenciales. También, se va a confirmar que el turismo no avanzará si no integra la conservación de sus recursos naturales y culturales al núcleo de su modelo de negocio. Hoy mas que nunca el negocio del turismo va a estar mas amarrado al cuidado del medio ambiente.
Lo mas probable es que la primera activación se dé por el lado del turismo interno de cada país dentro de poco, dependiendo del levantamiento de las restricciones que ponga cada gobierno. Los viajes cortos, principalmente en auto, se potenciarán y los destinos favoritos serán el campo y el turismo rural. Los viajeros van a buscar atención personalizada, con lugares que tengan mucho espacio y cantidad de personas limitadas. Como menciona la revista Forbes, los primeros viajes tras la contingencia sanitaria apuntarán a zonas cercanas y buscarán opciones que reduzcan un posible contagio. Seguramente muchas empresas operadoras empezarán en vender el espacio a futuro. Propondrán campañas de “compra ahora, viajaras mañana” basándose en la confianza generada en la venta de servicios pasados.
Pero, al final de todo, independientemente hacia donde vaya el turismo en el futuro, hay que tener claro que la responsabilidad personal es el paso más importante que las personas pueden dar para protegerse a sí mismas y a otras personas. Los viajeros son responsables no solo de su propio bienestar, sino del bienestar de quienes los rodean. Deben estar al tanto de los síntomas y tomar todas las medidas recomendadas para la higiene personal.
En resumen: se vienen épocas duras. Solo puedo decir, como persona vinculada al turismo, que la resilencia va a tener que ser una de las principales virtudes que nos va a caracterizar; porque el turismo siempre va a existir, las personas siempre van a querer viajar. Hay que aprovechar este tiempo en adaptarse y cambiar hacia ese nuevo mundo que nos espera.
Les dejo unos consejos sanitarios que nos da la Organización Mundial del Turismo para el futuro.
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